sábado, 25 de febrero de 2017

Ocho factores que incrementan la experiencia del cliente en el punto de venta.


La  experiencia del cliente en el punto de venta es determinante. Las encuestas apuntan que del 60% al 70% de las decisiones de compra se toman en el punto de venta. “Solo estoy mirando” es la respuesta que escucha todo comerciante cuando el consumidor visita el punto de venta. Saber convertir esas visitas en compras potenciales es esencial para aumentar las ventas. Por eso, una forma que utilizan muchas empresas para transformar la visita en una gran experiencia  es suministrar una experiencia diferenciada a sus clientes. Aquí te describo ocho pasos que no se pueden pasar por alto a la hora de construir una experiencia agradable.

Transparencia. El punto de venta debe estar estructurado  de una manera lógica, claramente identificada para transitar y leer. Cuando se entra al punto de venta el consumidor debe sentirse tranquilo de saber dónde está y pueda completar su tarea de comprar en el tiempo correcto y sin molestias. ¿Qué pasaría si le cambian el diseño  del punto  de venta todos los fines de semana? ¿Qué pasa cuando le cambian la carta de su restaurante preferido? ¿Qué pasa cuando discontinúan su producto o marca preferida? Por supuesto que habrá molestia  y la experiencia pasará de positiva a negativa. Por eso el punto de venta o el local comercial, por más que haga los cambios  mencionados por razones de rentabilidad o de mejora del servicio, debe tener en cuenta  la perspectiva del consumidor o comprador. No hay nada peor en la era del prosumidor que un comprador molesto. Su malestar lo pondrá inmediatamente en las redes sociales y podría causar una estampida en masa del punto de venta.

Conveniencia. El punto de venta  está convenientemente ubicado y se llega de forma rápida y fácil. En la conveniencia, la cercanía es un factor relevante  tanto como la velocidad de atención. Otro factor es el parqueadero o estacionamiento rápido, cercano y fácil. Nadie vuelve a entrar a un punto de venta si es que estuvo  varios minutos tratando de parquear el automóvil. El consumidor debe pensar  “Si voy a entrar a este lugar llego rápido y regreso a tiempo a mi casa o trabajo”. Las tiendas altoque  de Terpel empresa colombiana de combustibles,  son un formato que les permite a los viajeros realizar un alto en el camino  para disfrutar de la mejor comida típica, comida rápida, parqueadero y espacios modernos. Un formato cuya promesa de valor se enfoca en el  consumidor y no en los vehículos.   

Relevancia. El punto  de venta debe tener los productos que necesita el consumidor, y no poner cosas innecesarias en su camino. El exceso de surtido  a veces hace que lo que sea relevante no pueda ser encontrado. Los consumidores que buscan lo relevante  piensan: “Si encuentro lo que quiero para mí es suficiente”. No necesito más. Saber esto ayuda  a mejorar su experiencia de compra y, por lo tanto, permite que compre más y que vuelva al local. Sin embargo, se puede decir que hay cosas que el consumidor no sabe que necesita hasta que se cruza con ellas.   

Disponibilidad. Cada cosa en su lugar y en la justa medida. Los beneficios y valores de cada formato están claramente definidos. Puedo leer, entender y saber  por qué  está cada cosa en cada lugar. No hay enredos ni productos que se interpongan en mi elección. Sí deseo cerveza, obtengo cerveza, si quiero pan obtengo pan. Todo al alcance de mi mano y de manera fácil. Supermercados metro en Colombia de la multinacional chilena  Cencosud comprendió esto y se esmera en disponibilidad y servicio al consumidor.

Servicio. ¿Es la caja registradora rápida? ¿Los empleados están lo suficientemente entrenados? ¿Están los vigilantes de la entrada con una sonrisa o se creen los dueños de la tienda? ¿Es un proceso de pago fácil y rápido? Cada vez nos enfrentamos más a la tiranía del comprador y la herramienta de ataque está en sus manos. Hoy en día está acostumbrado a ser tratado excelentemente o, caso contrario, a abrir la cuenta de Facebook o twitter y criticar el local. El prosumidor de hoy no tiene piedad y es capaz de echarle los perros de ataque al punto de venta que se atrevió a no darle un sobresaliente servicio. Ser bueno ya no es una opción  para sobresalir. Ser bueno es una necesidad para sobrevivir.

Sorpresas agradables. A todas las personas les gusta ser sorprendidas gratamente. Desde la novia que se sorprende por un ramo de rosas, la hermana que recibe con alegría la compra de un regalo inesperado, la llamada  a la madre para decirle un te quiero y hasta un abrazo sincero de un amigo. El ser humano es así. Las sorpresas inesperadas, aunque suene contradictorio son las más esperadas. ¿Tiene su punto de venta un buen sistema de CRM para saludar a los clientes por su cumpleaños cuando pagan en la caja registradora? Todo puede ser hecho para sorprender, pero la vara en el punto de venta es cada vez más alta. Lo que antes sorprendía ahora es obvio. No hay receta mágica, pero la sugerencia es creatividad con conocimiento. ¿Qué más se puede ofrecer  para que la experiencia de compra sea mejor? Los días en los que McDonald´s y Burger King  ponían juegos  para que los niños pudieran pasar un buen rato, más allá de las hamburguesas, ya pasaron. Todos esperan eso. En los grandes almacenes se habla de sillones o sitios ambientados para que los esposos o esposas puedan esperar a gusto mientras sus parejas compran. Es el mismo principio de McDonald’s pero llevado a los adultos. ¿Qué hacen hoy en día las tiendas en ese sentido? Todavía nada. En el caso de los hombres, acompañar a las mujeres a comprar, aparte de pagar, sigue siendo una experiencia traumática y extremadamente aburrida. ¿Hay algo que hacer? Existe un mar de oportunidades. El mejor marketing está en la gente y la mejor gente sigue a las marcas que creen y piensan como ellas. No hay nada más persuasivo que sorprender al consumidor.

Ambiente confortable. Se debe empezar por lo básico: buena temperatura, música, facilidad para moverse, baños muy limpios e iluminados y hasta el olor del establecimiento muy característico para atraer y generar emociones en los consumidores. El olor del pan orneado, del café molido o del chocolate puede despertar rápidamente el consumo de los alimentos. Frescos aromas en la sección de limpieza y ambientadores o un delicado perfume en el área de belleza. Lo fundamental radica en encontrar esencias únicas que se identifiquen con la marca y conecten con el consumidor. 

No saturación. No debe haber saturación física, auditiva o visual. El orden es parte de la eficiencia. El extremo de un mal ejemplo es un mercado informal de fin de semana en cualquier ciudad. Basta con imaginar el sonido, espacio, olores, frutas pisadas, bocinas de bicicletas, gente empujando y vendedores ambulantes ofreciendo toda clase de productos. La contaminación física, olfativa y auditiva   llevada a un máximo nivel. En contraprestación  están las sensaciones de la casa de Cristal de Apple  en la quinta avenida en Nueva york. Sonido, olores, espacios, símbolos, sensaciones armónicamente relacionadas. Las personas van a la store por una experiencia distinta  y hasta están dispuestas a pagar por un precio adicional por ello. La experiencia, como siempre, está compuesta por pequeños factores. Uno de los que se resalta es que el personal está entrenado  para dar servicio y no para vender. Detalles que causan una gran diferencia.


¡Hasta pronto!

sábado, 18 de febrero de 2017

Del big data al smart data.


Navegamos continuamente en un mar de datos que, sin la brújula correcta, se pueden convertir en un laberinto de números  indigeribles. Cada vez hay más datos y es casi insostenible  para  una empresa no hacer  uso adecuado de la información para el desarrollo de sus actividades  cotidianas. Tan solo tener la información adecuada acerca de un cliente no necesariamente en una computadora, los datos de ventas de un periodo determinado o la posición que ocupa la compañía con respecto a las demás dentro de una categoría  demuestra aún más que;  La información es una oportunidad y es parte fundamental para tener un alto nivel de competitividad y posibilidad de desarrollar ventajas competitivas en mercados y clientes  cada vez más cambiantes exigentes y de incertidumbre. Aquí comienza la gran pregunta  de cómo convertir el big data en Smart data.

El big data se trata de la administración, tratamiento  y análisis de grandes almacenamientos  de datos que sin las herramientas analíticas adecuadas  sería imposible convertirlas  en información útil. Todas las acciones que se realizan generan data, cada movimiento que se hace con cada compra en el punto de venta, o a través de una página web generan data, cada celular que se enciende, cada página que se visita, cada compra que se realiza. Todas las personas dejan huellas en alguna parte y este rastro para las empresas debe ser de alguna manera administrable. En la actualidad los datos se generan de manera rápida y esta información proviene de las redes sociales, aplicaciones o dispositivos que se usen. Por ejemplo, un celular con el GPS encendido ya está generando data, los tuits, los like, las reproducciones en video y las conversaciones también. ¿Cómo se procesa todo ello? ¿Alguien es capaz de procesar  toda esa información?

Hoy si es posible, ya que hay programas especializados para esta función  que permiten la adecuada administración y ordenamiento de esos datos. De eso se trata el big data, muchos datos convertidos en información ordenada.

El Smart data no se refiere al volumen administrado sino al uso que se le da de manera objetiva y sistemática. Smart data es saber diferenciar lo que aporta valor a la organización como ventaja competitiva de lo que solo es información bien administrada. En una economía conectada lo más importante del procesamiento de la información es la calidad de los datos. Debe haber una inteligencia, todas  las empresas tienen ahora tecnología para convertir los datos en información; entonces la diferencia estará en la forma en que se use esta información frente  a los competidores para tomar decisiones y ejecutar las acciones. Convertir el big data en Smart data requiere, además de la tecnología adecuada, un equipo humano con las  competencias especiales para manipular, analizar y convertir información masiva en información inteligente. Ya que por más tecnología con la que se cuente sin las personas correctas todo podría ser inútil y no se podría marcar diferencia frente a los competidores. Para convertir big data en Smart data se debe tener en cuenta:
 
Volumen de datos. Se trata de volúmenes masivos de datos que se van acumulando  cada minuto y de forma automática. Se habla de mucha  información que va en aumento  todo el tiempo: por ejemplo una compañía como Amazon almacena más de un millón de transacciones cada mes  o los millones de tuits que mencionan la marca en un día. Todo ello es información en grandes cantidades.
 
Diversidad  de datos. Las empresas deben acudir a sus fuentes internas como externas. Dentro de la interna están los registros de transacciones, pero también las posibles filmaciones o sensores colocados en las tiendas. Y la parte externa va desde las redes sociales hasta los registros oficiales del gobierno. Toda información por más variada que sea, cuenta.
 
Velocidad en los datos. Se trata de mucha información que debe ser actualizada en tiempo real. El big data debe trabajar en tiempo real con todas las fuentes que generan la información  como son las cámaras de video, tarjetas de fidelización, llamadas telefónicas, sensores en los puntos de venta, entre otros. Se está hablando de millones de datos por segundo que tienen que ser procesados y presentados para poder tomar decisiones y actuar.
 
Veracidad de la información. Y se trata de una parte fundamental para pasar del big data al Smart data. Es por eso  que no se trata solo de procesar, sino de saber cuáles datos son relevantes y veraces. Se debe navegar inteligentemente en un mar de datos, separando información que no sirve de la que servirá para poder tomar las decisiones útiles para la marca.
 
Información exacta genera ventaja competitiva. ¿Cómo se convierte la información  exacta, veraz y actual en ventaja competitiva para la empresa? El Smart data se trata de conocer algo antes que la competencia, pero información exacta y anticipada es lo que brinda  una ventaja para moverse antes.
 
Smart data  no se trata solo de procesar  información  para tenerla guardada, sino de utilizar la información de forma inteligente, estructurada y que forme parte del ADN de la empresa para anticiparse y diferenciarse. No es algo externo y opcional, el Smart data debe ser parte de la gestión y cultura organizacional que se debe basar en métricas relevantes para captar y fidelizar clientes.

 “El marketing se está  volviendo más una batalla basada en información que en el poder de las ventas”.

                    Philip kotler.
 


 ¡Hasta pronto!

domingo, 12 de febrero de 2017

El poder del influenciador en el proceso compra.


 
En ciertas ocasiones existe un personaje llamado “influenciador”, quien se mueve al lado del comprador.  Este influenciador expresa su punto de vista sobre los productos a ser comprados. Un influenciador  en la compra de una marca puede  hablar desde la experiencia adquirida, logrando cambiar en el punto de venta la elección  de un producto, marca o categoría. El influenciador no es el comprador, pero si puede generar un impacto  en el proceso de decisión de compra. Este influenciador puede ser el esposo, un amigo, los hijos, alguien reconocido en los medios, su artista o deportista  favorito e incluso alguien que trabaja en el punto de venta que usted visita. En muchos casos las empresas dueñas de las marcas pagan a impulsadoras en el punto de venta para recomendar una marca sobre otra.
En todos los casos, siempre será más potente la opinión de alguien a quien se conoce  y en quien se confía. Con internet, las redes sociales y los dispositivos móviles los influenciadores se multiplican exponencialmente. Cada vez son más frecuentes peguntas Cómo: ¿Qué opinan de este nuevo gimnasio?, o  ¿alguien tiene alguna experiencia con la agencia de viajes X? Acto seguido como comprador se recibirán decenas de respuestas que aportarán o no en el proceso de decisión  y beneficiaran a una marca u otra. Las nuevas estrategias de atracción de clientes para nuevos productos y servicios consideran seriamente el control de los influenciadores en las redes sociales, su involucramiento en cada paso de sus tácticas de comunicación y hasta la presentación  previa a este selecto grupo de sus nuevos productos. Primero se convence a los influenciadores de las redes sociales y luego se pasa a comunicar a los consumidores y compradores.
Quienes pueden ser influenciadores en las redes sociales.
Blogueros. Las personas que crean contenidos de temas específicos y que son capaces de persuadirlas con cada interacción, pues sus post vuelan por el espacio social mediático.
Tuiteros.  Aquellas personas  dan opiniones, responden, comparten y generan contenido  simple por este canal  que terminan en respuestas y retuits.
Facebookeros. Aquellas personas que comparten temas e incluso fotografías producto de sus experiencias  con respecto a sitios o marcas de interés que para ellos son interesantes provocando un me gusta, comentarios y en general una atención seria.
Ahora que ya sabemos cuál es la importancia del influenciador en el proceso de compra es muy importante saber conocerlos y la forma más fácil podría ser:
La cantidad de tweets y retweets que tienen.
La frecuencia y likes en Facebook.
Su interacción con otros líderes de opinión.
La importancia de hacer marketing de influencia radica en:
Hay más credibilidad en el mensaje.
Hay más conexión entre marcas y fans.
Se generan más experiencias y menos mensajes.
Las recomendaciones son más creíbles y exponenciales.
Además la técnica funciona:
Para lanzamiento de nuevos productos o  servicios.
Para posicionar una marca.
Para promocionar una marca, producto o servicio.
Para eventos.
En un mundo cada vez más  hiperconectado donde los usuarios desean participar e interactuar activamente  con sus marcas y si es posible aportar en la consecución de ellas; un marketing más interactivo “hacerse amigo de otros” una nueva era para   compartir experiencias individuales, hacer críticas y comparaciones de sus experiencias desde cualquier parte del mundo, el marketing de influencia nace como una estrategia camaleónica que utilizan las marcas para ganarse la confianza de personas a través de las redes sociales para ser prescriptores de información, fuente creíble de opinión y que afecta la decisión que otro u otros toman. Por lo tanto Subestimar el poder de las redes sociales puede llevar al fracaso de un producto. Pero comprender su poder puede generar la supremacía  de la categoría en el mercado. Como en los coliseos romanos, los influenciadores en redes sociales tienen el poder de subir el pulgar o hacerlo caer sobre la marca o servicio.
¡Hasta pronto!
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 
 

domingo, 5 de febrero de 2017

Un viaje hacia un nuevo universo.


Para adquirir algo de perspectiva me gustaría llevarlo a usted y a sus colegas a través de una fantasía, a hacer un experimento mental. Es un tour rápido  a través de tres universos muy distintos.

Universo 1. El universo de nuestros abuelos. Empecemos con las últimas décadas del siglo XIX hasta alrededor de 1920.Es un mundo sin medios masivos de comunicación. La gente tiene poco contacto con aquellos que no están cerca físicamente. Esperan ansiosamente las noticias de los periódicos y conocidos. Leen vorazmente la publicidad  de los periódicos y las revistas. Escuchan acerca  de nuevos productos  principalmente de amigos y tenderos. Tomaba días o semanas  atravesar el país  o visitar otro continente. Este era el mundo de las personas que se morían por recibir información, cuyos contactos eran limitados, cuya comunicación y capacidad de viaje eran limitadas  y cuyas elecciones de productos eran limitadas. El boca a boca era la manera principal en la que se daban a conocer productos nuevos, pero se movía a paso de tortuga. Tomaba décadas a veces siglos, para que un nuevo producto o manera nueva de hacer las cosas llegara a participar plenamente en el mercado.

Universo 2. Una nueva era, El universo de nuestros papás y de nuestra niñez. Ahora visitemos un universo radicalmente distinto 1930-1999. Un universo transformado gracias a la introducción de los medios de comunicación masivos. En poco tiempo la gente paso de los periódicos  locales semanales a nacionales diarios; de imágenes  noticiosas en cinemas a cadenas radiales y de televisión en sus hogares, de cartas y telegramas al uso masivo  del teléfono. Dado que estos medios han sido parte de casi todas nuestras vidas desde que nacimos es difícil apreciar el cambio radical que significaron. Por primera vez la comunicación llegaba a todos y era casi inmediata. Todo el país  y todo el mundo podían ver y oír el mismo evento a través de cadenas nacionales. Como ver en vivo al primer hombre en pisar la luna y lo sucedido inmediatamente después del asesinato  del presidente de  Estados Unidos  John F Kennedy. La gente ahora podía permanecer en contacto con sus amigos, familia y colegas por teléfono. Los comerciales eran entretenidos y la gente los veía. Era enormemente eficaz, diseñar marcas gigantes en muy poco tiempo inclusive en momentos de recesión. Casi todas las categorías  de productos estaban llenas de docenas de marcas, variaciones y modelos porque los productores podían comunicarles las diferencias entre productos a un gran número de personas. Todos los productos encontraban su nicho. La velocidad de la diseminación  de la información rápidamente se volvió abrumadora y los medios de comunicación proliferaron. La gente veía un promedio  de 3000 a 5000 mensajes comerciales todos los días. El modelo básico de marketing  era a través de la transmisión  masiva del mercado: atraiga una audiencia gigante  hacia algo que quieran escuchar o ver. Entonces una vez que estén enganchados, interrumpa groseramente  el evento con sus mensajes y luego antes de que se pongan demasiado furiosos, vuelva a la transmisión. Seth Godin lo llamo el “modelo de interrupción”  a través  de lo que los publicistas hacían con comerciales y propagandas, la habilidad de captar la atención a través del ruido.

Universo 3: Un universo futuro. Ahora por favor acompáñeme al universo futuro. Por favor tenga cuidado al abordar la máquina del tiempo. Este universo es tecnológicamente avanzado. Todo el mundo está  conectado con todos permanentemente  a través de múltiples canales: Redes sociales; Facebook: la favorita para comunicarse con amigos, Instagram: un lugar para lucirse a través de fotografías y sus efectos especiales, YouTube: un canal para encontrar música, subir videos y encontrar los youtubers de moda que se vuelven incluso  influenciadores, Snapchat; muy útil hoy en día para intercambiar fotografías y videos. Y la primera app que ahora utilizamos para acostarnos y despertarnos: WhatsApp. Un mundo hiperconectado que muy seguramente muchos de nosotros a veces no entenderíamos y donde la publicidad tradicional tiene que reinventarse para comunicarse y conectarse con un público cada vez más cambiante y exigente. Prácticamente todo lo que alguna vez ha sido publicado, grabado en video o dicho está  inmediatamente a la mano. Este universo futuro  es tan avanzado  que los clientes no quieren que les transmitan. Ellos quieren participar e interactuar activamente con las marcas y si es posible aportar en la construcción de ellas. Un marketing interactivo “hacerse amigo de otros” para compartir experiencias individualmente o en grandes  grupos. Este universo futuro es tan avanzado  que los clientes se han apropiado de las funciones educativas  y de persuasión del marketing. Pueden encontrar instantáneamente críticas  y comparaciones de productos  hechas por usuarios en cualquier parte del mundo. Hasta el punto de poder  comunicarse directamente  con esos usuarios y hacerles preguntas acerca de la experiencia de marca y sus productores. Estas personas pueden hacer comparaciones instantáneas  de precios, aun cuando estén en almacenes de descuentos, a través de sus aplicaciones en sus dispositivos móviles.  Alrededor de un 20% de las parejas se han conocido en un mundo paralelo  llamado en línea. Es un universo donde las compañías deben dejar de acosar, de interrumpir y de invadir a los clientes y donde ellas deben verlos  como evangelistas de sus marcas, gente con la que las compañías puedan hacer negocios durante años y donde se afiancen las relaciones para recibir consejos, retroalimentación, ideas para productos y críticas constructivas. Las marcas están obligadas a salir de su comunicación tradicional a donde los nuevos consumidores pasan la mayor parte de su tiempo: internet y redes sociales. El marketing de contenidos será una de las mejores fórmulas  para seducir a esta nueva generación de consumidores llamados    millennialls sobre todo si se apoya la comunicación en redes sociales. ¡Qué paradoja! Ahora, el millennial se ha adueñado de  lo que antes era pertenencia exclusiva  de las marcas: la información. Saben que hoy lo más importante para las marcas son ellos y, con el crecimiento de la tecnología y de las redes sociales tienen en cuenta que su voz ahora tiene mucho poder.  Generar contenido  interesante y de calidad para ellos va  a hacer que valoren más las marcas  y se hagan seguidores por mucho tiempo. Además de mensajes expresados con claridad y creatividad el marketing de influencers  será otra manera de impactar, a través  de la utilización  o complicidad  de líderes de opinión  en las estrategias  de comunicación de las compañías.   En este universo futuro Los avances tecnológicos  no  cambiarán solo las formas de interactuar con los clientes, sino los propios productos y procesos productivos.  Las tecnologías dejaran las puertas abiertas a que los problemas se puedan solucionar antes de que sucedan o a que "se hagan actualizaciones como sucede hoy en día con los smartphones". Puede parecer irreal, pero está sucediendo.

 

¡Hasta pronto!