La transformación digital
no es una moda, ni es un fenómeno pasajero, es el nuevo estado de las
cosas. Las empresas deben revisar sus modelos de negocio, sus procesos, la
evolución de sus mercados, su cultura, las empresas que no se digitalicen posiblemente
desaparecerán, los trabajadores que no evolucionen serán absorbidos por el
tsunami de la digitalización y dejaran de ser empleables; las
organizaciones que sigan con sus
estructuras verticales, rígidas y que no realicen un cambio hacia estructuras
más abiertas y menos jerárquicas dejaran de ser atractivas para el talento y se
debilitaran hasta desaparecer. Los directivos que no entiendan la importancia
de este cambio se verán obligados a ser
desplazados por la utilización extrema de las tecnologías y dejaran de liderar
sus organizaciones.
El panorama podría ser no muy motivador y en alguna medida lo
es. El darwinismo empresarial llevará a la desaparición de aquellas empresas y
de individuos incapaces de adaptarse e incluso de no provocar el cambio en sus entornos. Recordemos como
era el mundo sin móviles, sin internet. En poco más de una década nuestro forma
de comunicación y nuestro estilo de vida ha cambiado, las barreras geográficas para
realizar negocios prácticamente han desaparecido, nuevos modelos de negocio
emergen, clientes más exigentes e informados
y hemos visto la desaparición de grandes dinosaurios empresariales que parecían
invulnerables. Está pasando.
Estamos presenciando la inevitable incorporación a nuestras
empresas de una fuerza de trabajo que ha crecido con la disrupción digital; Millenials
principalmente y varias generaciones que vienen en camino como la generación Z
y la generación Alpha (¿Qué es la generación Alpha?) con motivaciones y formas de ver el mundo de manera
diferente a las de las generaciones anteriores. Generaciones de colaboradores
que han crecido conectados a un Smartphone
con presencia digital en redes sociales, que utilizan la nube para
guardar sus fotos, que forman comunidades para hablar de sus intereses y puntos
en común mientras se comunican por Skype o WhatsApp. Son personas capaces de
rebelarse si no se tienen en cuenta sus motivaciones, sus ideas, sus proyectos
y donde se traen sus tabletas o portátiles preferidos de casa para ser más
productivos. Si las empresas quieren ser más competitivas en este nuevo entorno
de nativos digitales, no les queda otro remedio
que provocar el cambio y diseñar nuevos ambientes de trabajo y nuevas
estructuras organizativas.
Qué es una organización
digital.
Una organización digital es una organización para el mundo
digital. Preparada para los retos de la digitalización. Con una cultura de colaboradores digitalmente competentes con la
responsabilidad de cambiar procesos, con visión estratégica enfocada en el
cliente y de asumir nuevas competencias
y aprendizaje continuo, Organizados de manera coherente para responder a las
necesidades de agilidad, multiculturalidad, multicanalidad, dispersión geográfica
del mundo del siglo XXI. Una organización donde sus colaboradores se comunican
e interactúan entre ellos y con sus mercados objetivo a través de medios
digitales.
Características de una organización
digital.
Equipos permanentemente
conectados. Los colaboradores digitales estarán
permanentemente conectados, por lo que su vida laboral y su vida personal será más difusa. Es decir las horas de
trabajo contendrán espacios para el esparcimiento personal mientras ellos
laboran fuera del trabajo habitual. Las organizaciones deberán proporcionar a
sus colaboradores los medios tecnológicos más adecuados para que ellos
desempeñen sus actividades desde cualquier lugar, en cualquier momento, sobre
plataformas corporativas de colaboración.
Motivación Compleja. Las organizaciones digitales se van
a enfrentar a nuevas generaciones de colaboradores más difíciles de motivar. En
esta nueva era del conocimiento estos nuevos colaboradores se van a convertir en FreeLancer corporativos, por
lo que Las empresas deberán analizar como retener
a sus nuevos talentos basadas en lo que desean en lugar de porque los
necesitan.
Máquinas de innovación.
Ante mercados llenos
de incertidumbre y de continuos cambios las empresas deberán cuestionarlo todo
y no ser conformistas, su visión ha de ser muy amplia abriendo nuevas vías de
colaboración entre empleados, clientes y socios en un proceso continuo de innovación
sistemática.
Orientadas al servicio.
Los clientes están más
informados y tienen la capacidad de elegir entre una mayor cantidad de opciones,
lo que obliga a las empresas a mejorar su estrategia de servicio en todos los
canales disponibles. Su obsesión debe estar centrada en cómo mejorar la
experiencia del cliente antes durante y después de la compra y corregir
cualquier error o mala experiencia de manera inmediata.
Organizaciones más
Horizontales y flexibles. Las organizaciones en el mundo digital deben tener menos niveles jerárquicos.
La tecnología debe facilitar que las unidades funcionales y operativas de la
empresa puedan interactuar con los altos ejecutivos para que la información
fluya de manera sistemática en toda la organización para tomar decisiones en
tiempo real.
Diversas en cultura, geografía,
perfiles y géneros. Las barreras geográficas para hacer negocios
han desaparecido por lo que veremos más colaboración entre personas de
diferentes geografías, idiomas, perfiles. Las tecnologías de la información y la comunicación hacen posible el trabajo en equipo de personas y
colaboradores que no están físicamente próximos.
Organizaciones de
autoaprendizaje. El mundo
digital y el desarrollo de las tecnologías permiten que las personas aprendan
de manera autónoma por lo que la formación se debe convertir en una competencia
organizacional, donde sus colaboradores aprendan del entorno, potenciados por tecnologías
colaborativas.
Big Data como aliado estratégico.
Se trata de la
adecuada administración y análisis de grandes datos con el fin de convertirla
en información para tener un alto nivel de competitividad y posibilidad de
desarrollar nuevos negocios, nuevos productos, mejorar la lealtad del cliente y
personalizar más su experiencia.
La transformación digital debe ser vista como un cambio cultural llena de oportunidades
y no como amenazas, que brinde a las empresas la posibilidad de mejorar sus procesos hechos a
la medida de los deseos y aspiraciones tanto de sus colaboradores como de sus
clientes lo que dará a la organización
una mejor visión para encontrar nuevas oportunidades de negocio.
¡Hasta pronto!
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