Hace algunos años si un
consumidor quería comprar un televisor, podía ir a la tienda de su preferencia
para ver las diferentes opciones y realizar la compra. En cuanto el mundo fue
evolucionando, la decisión de compra por parte de este consumidor se fue
haciendo más compleja. Empezó a informarse no solo a través de sus grupos de
referencia; amigos, conocidos familiares, sino a través de otros canales como
revistas especializadas que ofrecían distintas marcas dentro de la categoría. Después
llega internet con un mundo de posibilidades, los consumidores ya no dependen
de las empresas para informarse y satisfacer sus necesidades, utilizan los
medios digitales para navegar, investigar y comprar online.
Las personas tienen ahora
múltiples opciones para satisfacer sus necesidades de compra. Lo pueden hacer
en el punto de venta, a través de un portátil o a través de un teléfono inteligente.
La información la pueden recibir a través de correo electrónico o por medio de
una sugerencia de alguien conocido o a
través de las redes sociales. La persona Puede visitar el sitio web para
conocer más acerca de la experiencia de otros usuarios y en última instancia
utilizar su Smartphone para realizar la compra.
MULTICANALIDAD.
El objetivo de una
estrategia multicanal es llegar al cliente por diferentes medios tanto
digitales como físicos. El concepto de canibalización se hace por tanto muy
presente, ya que se considera que el cambio de un cliente del canal tradicional
al digital es un serio problema, y ello disminuye la posibilidad de colaborar
entre los distintos canales, que se convierten en competidores. La multicanalidad
se produce en el entorno antes mencionado, cuando un nuevo canal se sitúa como
competidor del resto y al consumidor se le ofrecen varias alternativas para
hacer sus compras, siendo todas ellas sustitutivas las unas de las otras. Por ejemplo
una cadena de supermercados que vende en sus puntos físicos, por teléfono, por catálogo
y por internet. El consumidor puede optar en cada ocasión por uno
u otro medio y estos no colaboran ni se complementan. Como consecuencia de la
multicanalidad aparecen fenómenos de compra mixta donde todo el mérito de
compra se le otorga al canal donde se realiza la transacción final, lo que
puede provocar decisiones incorrectas al menospreciar el impacto de un canal en su conjunto. Los fenómenos más
relevantes son:
Webrooming
(búsqueda
online compra offline). Es una tendencia habitual. De hecho en sectores como el del
automóvil, la mayoría de las ventas se realizan en concesionarios físicos tras
un trabajo intenso de búsqueda y comparación online por parte del usuario. La consecuencia
es que se menosprecia el efecto del canal digital, que provoca (o hace perder)
muchas ventas sin que se esté midiendo
este efecto adecuadamente.
Showrooming.
Es
el efecto contrario(búsqueda offline y compra online). El cliente va al establecimiento físico, se asesora,
consulta, prueba y luego compra online,
en muchos casos en otros comercios más económicos. El efecto puede ser negativo
para el comercio tradicional, que corre con la mayoría de los gastos, pero no
se lleva el premio de venta.
Por lo tanto una
estrategia multicanal no consigue crear una experiencia coherente y aquí es
donde entra en juego el omnicanal.
OMNICANALIDAD.
El objetivo es crear una mejor experiencia para el cliente cuando varios
canales conviven complementándose, dando al cliente la posibilidad de disfrutar
de una experiencia más enriquecedora en la media en que diferentes fases del
proceso de venta pueden realizarse utilizando diferentes medios. Por ejemplo:
utilizando mi Smartphone, termino el proceso de compra en mi ordenador y
gestiono telefónicamente una devolución que realizo en una tienda física, donde
me cambian la talla de la tienda adquirida. Otro ejemplo podría ser alguien que
va a una tienda y encuentra algo que le gusta pero quería otro color. Utiliza dentro
de la tienda el móvil para buscar y ver si hay disponibilidad en otros colores.
Hace el pedido online en ese momento pero va a la tienda dos días más tarde a
recogerlo. Al llegar a casa ve que está deteriorado y gestiona el cambio o la
devolución por la web. En todos estos casos los canales no compiten, sino que
se complementan, dando al cliente más opciones para hacer de su compra una
experiencia óptima.
En la omnicanalidad, el
consumidor elige el momento y el modo en que se relaciona con el comercio para
realizar su compra de un modo más satisfactorio y eficiente.
Los principales canales a
disposición del consumidor que se
combinan en la omnicanalidad son:
Canal
tradicional o tienda física: el cliente debe desplazarse pero
tiene la posibilidad de poder interactuar de forma física con el producto y con
personas. Si el producto está en stock, el consumidor se lo puede llevar en ese
momento.
Canal
telefónico: un canal también conocido, donde el
consumidor puede tener una conversación fluida con otra persona, lo que permite
empatizar mejor y dar más agilidad a cierto tipo de situaciones.
Canal
del computador personal. El usuario se conecta a través de
internet y accede a la tienda virtual, donde puede pasar por todas las fases
del proceso sin necesidad de desplazarse
y en cualquier momento del día.
Canal
móvil. El comprador lo lleva siempre, lo que le permite
tomar decisiones y resolver situaciones en tiempo real.
El objetivo de la
estrategia omnicanal, es hacer que la marca se está comunicando con cada
cliente de manera individual, en contraposición con la estrategia multicanal,
mucho más dispar y sin coordinación.
¡Hasta pronto!
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