¿Alguna vez ha escuchado hablar de la generación M? Esta es la generación nacida hacia la última década
del siglo XX y bautizada así, porque muchos de sus comportamientos empiezan con
la letra “M” multitarea, movilidad, multimedia, multicanal. Nativos digitales
que nacieron y han crecido en un entorno digital que desarrolló en ellos la
capacidad de ser multitarea, la capacidad de realizar diferentes actividades
mientras interactúan con muchos medios al mismo tiempo y con gran inmediatez. Son
personas auténticas, no tienen miedo a decir lo que sienten en público incluso
si se trata de hablar bien o mal de una marca. Están acostumbrados a servicios
online 24X7. Si algo no les interesa lo descartan y tienen un amplio sentido crítico,
lo que los hace muy selectivos. El mundo es prácticamente un Smartphone, las
calles de las grandes capitales están llenas de hombres y mujeres que se
desplazan llevando consigo gigabytes de información (documentos, archivos,
planillas de cálculo etc.) pero también entretenimiento (canciones, videos,
fotos, etc.) Muchas de las tareas antes asociadas exclusivamente a un
escritorio desde responder correos electrónicos hasta editar documentos
compartidos en la nube, ahora empiezan y terminan en el.
La tecnología es parte de su vida y de sus actividades
diarias, se apoyan en ella tanto para socializar como para trabajar incluso
divertirse. Gracias a las redes sociales son altamente competitivos y utilizan
las redes sociales como herramienta de poder, reconocimiento, vivir
experiencias y llevar a cabo acciones de tipo social para conseguir
protagonismo y reconocimiento, además de ser antisocialmente sociales,
en la vida análoga pueden ser antisociales pero en el mundo digital son altamente
sociales por estar permanentemente
conectados a su Smartphone.
Seguramente para las empresas gran parte del mercado estará conformado
por estas generaciones. Y donde ellas tendrán que aprender a convivir y
entender los comportamientos de compra de este público objetivo para llegar de
manera efectiva a ellos. Nos encontramos
ante un consumidor con poder de decisión, con gran influencia social y con
grandes opciones a su alcance. Este nuevo target de personas y de consumidores interactúan
de forma natural en el mundo digital al tener la capacidad de castigar a las
empresas y sus productos o de hacerlos famosos mediante mensajes virales. Estamos
presenciando la economía de la
colaboración donde ellos comparten los capítulos de un libro, comparten sus
trabajos de clase a través de la red. Se aglomeran en comunidades virtuales con
personas que comparten sus mismos intereses y confían en lo que los demás dicen
en las redes sociales.
La creciente confianza de las personas en los medios sociales
está modificando la forma de hacer negocios. Las conexiones que los
consumidores realizan entre ellos en los medios sociales son muy personales y
adquieren gran valor. Además las nuevas tecnologías han permitido la
democratización de la producción, de la distribución, y han facilitado acercar aún
más a la oferta y la demanda con una disminución en los costos gracias al
marketing viral y al marketing de influencia.
Las empresas deben entender estos cambios y deben adaptar sus
procesos a esta nueva situación. Hoy los nuevos consumidores pasan más tiempo
leyendo blogs o mirando videos en YouTube que mirando televisión o leyendo la prensa. Conocer los nuevos hábitos
de sus audiencias será la clave de su progreso. Los nuevos consumidores ya no
valoran solamente el producto ahora valoran la experiencia de consumo y es donde deberán estar
dispuestas a modificar sus presupuestos para invertir más en experiencias.
Es el tiempo de los clientes que esperan que sus expectativas
se superen y puedan encontrar mejores
comunicaciones a través de un creciente números de canales. Clientes con más poder
de elección a la hora de expresar sus opiniones y buscar mejores soluciones a
sus problemas más complejos.
Las tecnologías crecen a un ritmo frenético y su consumo aún
más. Aquí entra en juego la economía del feedback. Recopilación y optimización de
la información del cliente en tiempo real para trasladar esos análisis a todas
las áreas de la organización que permitan a las empresas ser capaces de
optimizar sus procesos para la creación y entrega de un valor superior, para convertir clientes en
fans, crear comunidades participativas, desarrollos a bajo costo y sobre todo
para conseguir clientes leales, participativos y orgullosos de la marca.
¡Hasta pronto!
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