Seguro que ha tenido varios modelos de teléfono móvil. Después
de su experiencia de uso, es muy posible que recuerde algunos modelos en los
cuales, tras varios meses de utilizarlo, le resultaba imposible recordar cómo
se añadía a la agenda el número de la persona que le acababa de llamar o cómo consultar las listas de las últimas
llamadas. En otros modelos, sin embargo todo parecía mucho más intuitivo y a
los pocos días ya sabía utilizar y aprovechar la mayor parte de las
funcionalidades. No es que hubiera desarrollado de repente una mayor
capacidad para utilizar dispositivos tecnológicos.
Sino que, en el primer caso, la interfaz
del teléfono tenía una mala usabilidad mientras que, en el segundo, la
usabilidad era mucho mejor.
Según el gurú de la usabilidad Jakob Nielsen, la usabilidad
se define como “la medida en la cual un producto puede ser usado por usuarios específicos
para conseguir objetivos específicos con efectividad, eficiencia y satisfacción
en un contexto de uso especificado”
En esta definición hay cuatro aspectos a destacar:
Usuarios específicos: es un error frecuente que, conforme
avanza el desarrollo del sitio web, son los propios diseñadores los que muestran
cómo funciona y cómo se debe interactuar con él a los responsables del proyecto
de la empresa. Sin embargo, es muy importante entender que los futuros usuarios
a los que va dirigido el sitio web
tendrán un perfil distinto y,
desde luego, no contarán con la oportunidad
de que nadie les explique cómo
deben navegar por las páginas o
conseguir un objetivo. La usabilidad sólo tiene sentido si se puede evaluar
empleando sujetos cuyo perfil se parezca
al de los usuarios a los que nos dirigimos. Si no se comprueba la usabilidad del sitio
Web con personas que, como mínimo, no hayan participado en el proceso de su creación,
muchos de los errores de usabilidad, a veces incluso también de programación,
se pondrán de manifiesto sólo después de
la publicación del sitio Web.
Conseguir objetivos: el sitio Web tiene un objetivo estratégico
que cumplir. Para lograrlo, tiene que dirigirse a unos públicos específicos para
los que el sitio Web debe satisfacer algunas
necesidades o lograr ciertas metas: una venta, un usuario registrado, un documento
descargado, un formulario de contacto completado. Un sitio Web con una mala
usabilidad no favorecerá que los usuarios puedan lograr fácilmente y de forma
intuitiva aquello que les llevó a visitarlo: consultar una información, comprar
un producto, realizar una reserva, descargar una newsletter, etc. Un formulario
con un número de campos obligatorios excesivos, una información de contacto
escondida o un menú de navegación complicado asustará a los usuarios que nos
interesan, dificultará que consigan sus objetivos y generará una experiencia de
uso negativa. Evidentemente tampoco nosotros como responsables del sitio Web,
podremos alcanzar nuestros objetivos: vender y fidelizar usuarios.
Escenarios de uso: el sitio web puede resultar
impresionante y fantástico con una conexión ultrarrápida en la pantalla de 24
pulgadas del diseñador pero puede no ser tan maravillosa con una conexión en
una pantalla algo más modesta. Esto me recuerda al mando de agua de mi anterior
ducha: absoluta y totalmente redondo, sin resaltes. Muy bonito, solo que con
las manos enjabonadas era imposible accionarlo en cualquier dirección. Resultado
de un diseñador que no previó el escenario de uso: usuario que está en la
ducha con los ojos y manos llenos de jabón y que desea abrir con urgencia el
grifo. Así que el escenario de uso es muy importante, tanto si tiene que ver
con condiciones técnicas como de otro tipo.
Satisfacción del
usuarios/experiencia de uso: los usuarios solo volverán a visitar un sitio Web si su
anterior experiencia fue positiva. La usabilidad no se ha de contentar con
lograr que nuestros usuarios específicos
puedan, en un escenario determinado, alcanzar sus objetivos una vez. Sino que
el proceso ha de ser sencillo, rápido y eficiente como sea posible para lograr
un alto nivel de satisfacción del usuario.
Si fue fácil navegar y encontrar el producto o contenido que
estaban buscando, si fue sencillo añadir productos al carrito de compras, si el
sitio web ofreció suficiente información, etc., esto generará una experiencia
positiva en el usuario que le animará no solo a volver, sino a recomendar el
sitio Web entre su red de contactos.
¡Hasta pronto!
La usabilidad es un componente crucial en el diseño y desarrollo de sitios web. Al centrarte en la usabilidad, puedes mejorar la experiencia del usuario, aumentar las conversiones y construir una relación de confianza con tu audiencia. Invertir en usabilidad no solo beneficia a los usuarios, sino que también contribuye al éxito a largo plazo de tu negocio en línea.
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