El principal impulsor del comercio electrónico reside sin
duda en las continuas innovaciones tecnológicas de la información que tienen su
origen en los 80, pero que realmente se desarrollan en los 90 y ganan madurez
en este siglo. Estas han reducido drásticamente los tiempos y costos de
intercambiar y procesar información y
han cambiado la forma de trabajar de
muchas industrias; de las empresas y consumidores que operan en ellas. El comercio
electrónico es una práctica cada vez más habitual por parte de las empresas
centrando su interés en ser capaces de capturar la atención del cliente. Emprendedores
y pymes ya pueden acceder a la tecnología donde cualquiera puede poner
cualquier producto a la venta en cualquier lugar del mundo, en tiempo real. El ecommerce
reduce drásticamente los tiempos de búsqueda de productos y la comparación de
precios, podemos decir que el comercio electrónico es importante para cualquier
negocio porque lo hace accesible y permite vender a posibles clientes antes
inaccesibles.
Por la misma regla, multitud de empresas, comerciantes y
particulares que antes no podían vender a los clientes próximos ahora si pueden
hacerlo. La consecuencia inmediata es obvia. La competencia se hace más
intensa, más dura, y más numerosa que nunca y, por tanto, los precios bajan y
es necesario encontrar factores de diferenciación para ser capaz de realizar
conversiones que terminen en venta.
Las principales ventajas para un comerciante virtual son:
- Disponibilidad. Desde cualquier lugar del mundo (se
requiere una conexión a la red) se pueden hacer transacciones en cualquier
momento (24 horas x 7 o 24 horas los 365 días al año), lo que facilita el
acceso a un enorme mercado eliminando
las barreras física y geográficas.
- Acceso a la
información. La actividad
digital deja un rastro de información extremadamente completo. En la era del
Big data se generan toneladas de datos que, adecuadamente tratados, se pueden
convertir en una gran fuente de información y conocimiento para conocer mejor
al cliente, mejorar la marca, innovar en
nuevos conceptos, mejorar la rentabilidad y porque no crear nuevas industrias.
- Menores barreras de
entrada. Iniciar un
negocio de venta online suele tener menores costos y necesidades de
financiación que un negocio tradicional de venta. Con frecuencia se afirma
equivocadamente que un negocio online tiene menores costos o mejores márgenes. Esto, en sentido universal, es falso. Pero, sin duda, los primeros pasos de un
negocio pueden ser mucho más sencillos y
menos costosos que montar un negocio tradicional.
-Personalización. Podemos
generar contenidos y ofertas totalmente personalizadas.
-información disponible
y riqueza de formato.
Podemos dar mucha más información sobre el producto, servicio, disponibilidad,
etc.) Y utilizar formatos más potentes
que en comercio tradicional (video, fotografía, Formularios interactivos,
etc.).
- Comunidades
virtuales. Podemos aprovechar
la potencia social del medio digital para conseguir difusión a través de los
perfiles de los usuarios (por ejemplo un me gusta en Facebook un retuit en
twitter o la utilización de un hashtag), así como las opiniones y contenidos
generados por los propios usuarios para conformar un sitio de encuentro o una
comunidad en torno a la marca a través de las fans page.
- flexibilidad. El
medio digital nos permite probar multitud de posibles alternativas en tiempo
real en cuanto a productos, precios, ofertas,
comunicación, interfaz, etc., que nos ayudarán a saber que funciona en
función del comportamiento real de nuestros clientes.
- Posibilidad de
virtualizar los inventarios. Podemos vender productos que no teneos en stock, que todavía
no hemos comprado de hecho. Esto permite tener a la venta productos que de otro
modo sería muy complicado por factores como baja rotación, alto nivel de
obsolescencia, alto valor unitario, alto costo de almacenamiento o manipulación.
- Posibilidad de
entregar en cualquier parte del mundo. A través de las grandes redes de servicios de correos y de
empresas de transporte globales, se puede llegar casi a cualquier rincón del
planeta con un costo cada vez más reducido y accesible.
Podríamos pensar en algunas más, pero sin duda estas son las principales.
Sin embargo el comercio electrónico plantea nuevos retos a los comerciantes tradicionales:
- Captación de
clientes. Cuando un
comerciante abre un establecimiento lo hace en una ubicación donde sabe que están
sus clientes. La propia ubicación y el escaparate son, en la mayoría de los
casos, el único marketing y publicidad
que hacen. Un local en una mejor ubicación o con mayor visibilidad
requerirá una renta mayor. Esto no sucede igual en un negocio digital. Si queremos
atraer nuevos clientes tendremos que llevar acciones y, casi siempre, emplear
recursos y dinero en hacer campañas de captación de nuevos clientes (SEM) (AdWords)
- Capacidades tecnológicas. Si bien no es necesario ser
ingeniero para iniciar un negocio de venta online, es necesario conocer y
entender las implicaciones que la tecnología tiene en el negocio y saberlo
gestionar en el ecommerce.
- Gestión de la
información. La generación
de multitud de datos que quedan recogidos puede ser totalmente innecesaria o
incluso contraproducente, sino somos capaces de transformar todos esos datos en información útil para
mejorar el negocio.
- Capacidades de comunicación
y comprensión global multicultural. Acceder a múltiples mercados y clientes en cualquier lugar
del mundo no te garantiza que te quieran comprar. Incluso aunque lo que
vendas sea interesante para ellos. No solo
el idioma influye, también la cultura, sus costumbres (por ejemplo formas de
pago). Incluso de infraestructura (por ejemplo, cómo se puede realizar una entrega).
En todo caso, vemos
que aunque ambos negocios comparten un origen común como negocio comercial (al
fin y al cabo, en ambos casos se trata de vender los productos o servicios a clientes), las
condiciones y retos de ambas actividades son muy diferentes.
¡Hasta pronto!
El comercio electrónico ofrece numerosas ventajas que pueden impulsar el crecimiento de las empresas en la era digital, pero también presenta desafíos que deben ser abordados. Las empresas que buscan tener éxito en el comercio electrónico deben adaptarse constantemente a un entorno en evolución, invirtiendo en tecnología, seguridad y estrategias de marketing efectivas para sobresalir en un mercado competitivo.
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