La digitalización no es
un proceso que se de por si sola. Para evolucionar a lo digital las organizaciones
necesitan liderazgo, directivos que
diseñen una visión de futuro y que sean capaces de inspirar a la organización
para tomar las decisiones competitivas necesarias.
El
fin de una era. Los líderes de las organizaciones
digitales no van a ejercer su liderazgo de la misma manera que o hacían las empresas
de los siglos XIX y XX. El liderazgo es una brújula en tiempos de cambio y de incertidumbre.
Los líderes comprenden el entorno, provocan el cambio, impulsan a su equipo en
la consecución de una visión, construyen el futuro y nos sugieren alternativas
para enfrentarlo. Pero más allá de contar con un buen líder el cambio debe
comenzar en las personas independientemente de su edad, genero, nivel de
educación y posición económica. Hoy somos seres digitales, el ser humano es
social, emocional, móvil y digital.
La
nueva empresa digital Estamos en la era de la inteligencia
artificial Facebook sabe más de nosotros, de nuestros deseos y fantasías que
nuestra propia familia. Nuestra huella digital está en google que hace uso de
esta información vedada para nuestro entorno. Amazon, Uber, Waze, Spotify son algo más que marcas digitales que están a
nuestras espaldas para saber que necesitamos antes de sentir el deseo de
consumir.
En esta nueva era las compañías
ya no son máquinas de rentabilidad, aunque sigue siendo una prioridad ya no está
en el top de sus objetivos, en esta era las empresas digitales se han convertido
en estructuras que buscan conectar más con sus audiencias de manera sostenida. Ser
competentes para ser competitivos.
La era digital llega con
más incertidumbre, es más dinámica, más cambiante que nunca antes en la
historia, por lo que la necesidad de líderes que nos ayuden a transitarlo es
mayor que nunca. Los liderazgos posindustriales basados en el poder jerárquico
y el control ya no sirven y muy seguramente nosotros como seguidores no estamos
dispuestos a aceptarlos. El nuevo liderazgo es más relacional, más cooperativo,
los colaboradores quieren entenderse personalmente no sólo con su jefe
inmediato sino con el CEO de la organización. Aquí hay algunas reglas que los líderes
que deseen abrir sus organizaciones deben tener en cuenta:
No
hay innovación sin colaboración: Los colaboradores de una
organización tienen una alta capacidad para aportar ideas y convertirlas en
productos innovadores, y lo harán si se sienten parte del proyecto.
Las
relaciones son nuestro principal activo: Somos seres sociales y
hoy el valor de nuestra organización se debe crear a partir de las
interacciones con nuestros clientes, empleados, distribuidores, proveedores,
por lo que es necesario invertir en crear relaciones de valor.
Los
equipos son más sabios que los individuos: En tiempos de
cambio, las decisiones que se tomen con la participación de todos los miembros de
la organización tendrán más posibilidades de éxito, que las tomadas por un líder
autoritario.
Necesitamos
más oídos para captar oportunidades: Existen muchas
oportunidades en este nuevo entorno, por lo que se necesitan más colaboradores
que sean capaces de escuchar, para transformar esas necesidades e inquietudes
en valor para nuestra organización.
Invertir
en el crecimiento del equipo de la organización siempre será rentable:
Sí las organizaciones desean colaboradores que sumen a sus proyectos deberán
preocuparse por su crecimiento.
Los
logros no lo son menos por ser colectivos: El trabajo en
equipo es más eficaz que el esfuerzo individual.
Orientémonos más al logro colectivo.
La
visión compartida produce más resultados. No existe organización
sin visión, no hay proyectos sin objetivos, la definición de la visión, de los
objetivos es una tarea importante de los líderes.
La fórmula para el éxito empresarial
es cambiar la idea de que todo gira en torno a uno mismo. Este cambio pondría
al líder frente al desafío más importante en la era digital. En lugar de pasar
tanto tiempo depurando su idea debería pasarlo tratando de entender los cambios
del entorno, sus colaboradores y el propio mercado. Presenciaremos una
separación entre autoridad y liderazgo de manera que cada vez más los lideres
no estarán necesariamente en posiciones elevadas de la organización, sino que
los liderazgos serán más cooperativos e inspiradores.
¡Hasta pronto!
El liderazgo en la era digital se trata de adaptarse a un entorno dinámico y cambiante, donde la jerarquía tradicional y el control ya no son efectivos. En lugar de enfoques autoritarios, los líderes digitales deben ser colaborativos, inspiradores y enfocados en construir relaciones de valor. La innovación y el éxito empresarial dependen de la capacidad de los equipos para trabajar juntos, compartir una visión común y captar oportunidades a través de una escucha activa y un enfoque en el crecimiento colectivo. En esta nueva era, el liderazgo no se define por el rango, sino por la habilidad de guiar y conectar con las personas en todos los niveles de la organización.
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